lunes, 17 de julio de 2017

LA GAVIOTA TÍMIDA BUSCABA IGUALDAD.



El viernes 14 de julio, realizamos una actividad en la biblioteca con motivo del pasado Día Internacional del Orgullo LGTB. Las niñas participantes leyeron el cuento de María José Mendieta y Mabel Piérola Aitor tiene dos mamás y tras la lectura, se inventaron entre todas un cuento que podrán leer a continuación: 

LA GAVIOTA TÍMIDA BUSCABA IGUALDAD
               
Érase una vez una gaviota tímida que volaba por países diferentes. En sus viajes, veía muchas familias distintas. Una vez llega a África ve cómo una mamá y un papá no se portan nada bien con su hijo Luis y el niño deseó tener otra familia porque lloraba todos los días y sufría mucho. Entonces, la gaviota llevó volando a Luis a Irlanda, a otra casa, donde vivían un niño y una niña con dos papás. Al principio, a Luis le chocó mucho tener dos papás, pero con el tiempo le pareció estupendo porque prefería que se portasen bien con él a tener una mamá y un papá que le hicieran sentir mal todos los días. Cuando comenzó la escuela, tuvo problemas con algunos compañeros que no entendían que un niño pudiese tener dos papás. La maestra, que había visto cómo algunos se burlaban de Luis explicó en clase, a través de un cuento, que hay familias muy distintas en todo el mundo y que hay que respetar a todos los niños y las niñas porque no pasa nada por tener dos mamás, o sólo una mamá, o un papá… y que lo importante es ser feliz. Después de un tiempo, Luis tenía muchos amigos y los compañeros que se burlaban de él le pidieron perdón y se llevaron todos bien.
                La gaviota, después de ver que Luis era muy feliz, voló a Bélgica donde conoció a una niña llamada Marta que lloraba porque su papá y su mamá estaban siempre peleándose. Su mamá decidió irse con Marta a otro lugar. Pasado un tiempo, el papá de Marta se dio cuenta de todas las cosas malas que había hecho antes y, arrepentido, fue a buscar a Marta y a su mamá, pero no tuvo suerte porque la gaviota tímida había hecho que la niña y su madre viviesen en Sevilla, donde eran muy felices ahora.
                La gaviota llegó a Ecuador, donde Marcos, un niño de ocho años, estaba sufriendo bullying porque siempre estaba con niñas. Cuando la gaviota tímida vio la situación, picoteó la cabeza de los niños que se reían de Marcos. Y después de todo, la gaviota volvió a su casa, satisfecha, porque había logrado que los niños fueran felices.
                

¡Muchas gracias a las niñas participantes!